ADOBER se encargará de la instalación eléctrica, telecomunicaciones, climatización, calefacción, fontanería y PCI del Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA), organismo dedicado a la investigación sobre seguridad y calidad alimentaria y al estudio de la microbiota intestinal y su implicación en la salud y bienestar de la población.
El edificio estará en la calle Francisco Pintado Fe de La Corredoria, en Oviedo, junto a las instalaciones del Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (Incar), también dependiente del CSIC y con el que compartirá parcela. «Dispondrá de modernas instalaciones y será el eje científico e innovador que, junto al HUCA, el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA), el parque tecnológico y diversas empresas, permitirá al CSIC consolidar la trayectoria científica de excelencia de sus cuatro centros en Asturias y contribuirá a importantes avances científicos en temas de salud y alimentación», destacó la agencia estatal, vinculada al Ministerio de Ciencia e Innovación.
La nueva sede del IPLA constará de cuatro plantas, una de ellas construida bajo rasante, y ha sido diseñada por el arquitecto Jovino Martínez Sierra como una «retícula modular, para posibilitar la versatilidad futura agrupando o subdividiendo los espacios sin alterar la estructura del conjunto». Utilizará «energías alternativas renovables y elementos y sistemas constructivos flexibles, de bajo mantenimiento y eficientes desde el punto de vista del ahorro energético, y sostenibles por ser fácilmente reciclables, minimizando los residuos de la construcción».
El acceso principal al edificio, tras atravesar un porche cubierto, se realizará a través del atrio sur, alrededor del cual se articularán las zonas de administración y dirección. Un vestíbulo funcionará como espacio organizador, dividiendo las áreas de carácter público de las zonas de uso exclusivo para el personal y dando acceso también a la sala de seminarios y conferencias y a la de juntas. En las plantas superiores los despachos se situarán en la fachada oeste y los laboratorios en las fachadas este y sur.
En el interior destacarán dos patios cubiertos «que eliminan la sensación de gran longitud de los pasillos, a la vez que introducen luz al interior de las zonas de circulación». Por fuera, el conjunto estará protegido por una «piel» exterior metálica blanca «que conferirá al edificio una considerable mejora de la eficiencia energética, como protección solar pasiva, al tiempo que permite las labores de mantenimiento y limpieza de las fachadas».